He tomado lo que me dejaste
y lo he cortado en pedazos..
Mientras lo recortaba, veía
cada momento, acto y sentimiento que observé cuando lo hiciste..
Los pedazos saltaban sobre
la tijera como chispas de luz y se dispersaban en el ambiente..
Podía yo sentir que había
cierto aire que exhalaban los cortes, es el mismo que yo respiré, así que al
destruirte sabía perfectamente que una parte de ti estaba entrando para nunca
salir de mi sistema..
Mientras recortaba el
doloroso paisaje, miraba ciertos detalles que fueron dibujados más allá de lo
que yo mismo podía percibir, esta pintura que me hiciste es solamente un
reflejo de mi vida..
Decidí meter tus pedazos,
aún con vida, pues son parte de tus trazos, en una botella.. Intenté meter
todos, por si alguien intenta algún día reconstruirte..
Es normal que quiera dejarte
en manos ajenas, siempre hago eso con las personas que más quiero..
Cuando creí que todos
estaban ya adentro, soplé en la botella, un poco de mi, dentro de ti..
La sellé para que ningún
otro contenido, aparte de los dulces restos que he dejado de lo que he bebido y
mi aire, se mezclen con tu esencia y que te vayas, llevándote mi calidez, mi
recuerdo, una parte de mi Yo..
Cuando mezclé todo, una
parte de tus trazos.. La única parte que tenía ese rasgo de delicadeza, se fijó al
vidrio, como gritándome que todavía hay esperanza..
Esa esperanza en la humanidad
que siempre quiero perder.. Todavía grita mi nombre desde el fondo de la
botella, haciéndose notar como una delicada raya con forma de una hoja..
Intenté sacudir la botella
para que se desprenda pero hasta ahora no lo he logrado..
Miré hacia otro lado, para mirar
lo mismo que la botella dejaría atrás, y vi que aún quedan pequeñísimos pedazos
de ti, sobre mi cama..
Al pensar que te fusionabas conmigo en el aire, quise que no fuera eso lo suficiente..
La urgencia de sentirte
cerca, me hizo intentar comerme un pedacito de papel…
Escapó entre mis dedos, en
un intento sin éxito de pegarse a mi ropa..
Cuando lo encontré y mi boca
lo encerró, el sabor no era dulce como el que está contenido en la botella,
quise tragármelo de una vez y pasó rozando mi garganta dolorosamente, tanto,
como un ácido..
Desde ese momento hasta
ahora, el dolor no me ha permitido volver a decir una sola palabra..
Vi que a mi alrededor, de la
nada aparecían más pedazos, más pequeños que aquel que decidí comerme..
Algunos están nadando sobre
mi cama, otros en mi almohada y otros en el piso..
Los dejaré ser.. Los miraré hasta que mis ojos no puedan verlos más.. Sabré que aunque
intente cortarte, encerrarte, separarte y hasta fusionarte.. Para
desaparecerte.. No lo lograré..
Esa hoja de esperanza que
miro dentro de la botella, ha de ser lo último que mire de ti..
Tu recuerdo me mantiene
viva, aunque no me inyecto directamente el veneno del amor.. Lo pruebo, de a poco, para un día hacerme inmune.. Como cuando
vivía mis días de juventud..
Lucesdeluna